Podría llamar ahora
a Kerouac
porque entre los dos hay un río
de tristísimo otoño
pero
prefiero contemplar las criaturas preciosas
-ya sabéis: perlas, oro,
cuando no cristal luciente y mármol-
de Bembo*
y miro atentamente
lo más estéril
-gema, libro, lámpara-
que denote las propias
bases los pies de barro
de mi palabra
y augure hermosamante
cosa a cosa
la cosa formal
e inerte
en la que me voy erigiendo cuidadosa y artificiosamente
podría llamar ahora
a Kerouac
o a la juventud perdida
porque entre los dos transcurre el río
de la muerte.
Con pólvora y Magnolias. Xosé Luis Méndez Ferrín
*Pietro Bembo, humanista, erudito y traductor italiano.
8 comentarios:
esto está quedando...nin que dicir ten, ni que la do!
Gracias, Ana, aquí el Sir es el que cuida la casita, yo soy la mente pensante de esta asociación :P
Seguimos aceptando colaboraciones ¿eh?
Biquiños.
No se preocupe, Señorita Escarlata, que aquí estoy yo para lo que se le ofrezca... Amos, manda webs, que ahora es cuando está aprendiendo italiano la petarda esta... :-p
Ay, ay, y besitos, Ana, muchos besitos que tú no tienes la culpa de tener amigas así...
ok, agora mesmo vou traducir un saborosisimo texto de GSand, muacas!
Nuestras muertes son los ríos, que van a parar a la letra escrita, que es el vivir.
Eso dijo Manrique, ¿no? O algo parecido...
Yo, Fernando, que soy un gran lector de poesía, y un experto insuperable en esta disciplina, te digo que creo que sí, que por ahí iba Diego Manrique... ¿Diego se llamaba, no? Abrazos, y cuando tengas más dudas poéticas, no dudes en dud... preguntármelas.
Mi verdad solo estaría en el camino, sin mirar atrás. Hermosos jarrones en los que vivimos plantados, no más que lastres que asumimos para lucir hasta marchitarnos. Bello.
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